jueves, 21 de agosto de 2014

Delirios en Rojo.

Hoy vengo a hablaros de un mundo que pocas personas han tenido el placer de visitar y de ver con sus propios ojos, un mundo que ningún mortal ha soñado jamás con imaginar. Quizás hayas oído historias, quizás te hayan hablado de algo similar, pero te aseguro que somos pocos los privilegiados que dios ha escogido para vivir
la mágica experiencia de presenciar semejante fenómeno. Te daré la razón en que no es un sitio para pasar la vida, pero si por cualquier casual tuvieses la suerte que he tenido yo y viajases allí, te darías cuenta de que, tan solo con poner un pie en su suelo, la vida te cambiaría para siempre. Te mentiría si te dijese que he estado allí muchas veces, ya que no siempre consigo encontrar la entrada a tal lugar. La primera vez que vislumbré semejante paraíso fue a mi temprana edad de 16 años. Una tarde de verano jugábamos en el viejo bosque del pueblo donde pasábamos las vacaciones, y por error tropecé con una piedra que me hizo caer por un terraplén que nadie se atrevió a saltar debido a su elevada altura. En el tiempo que pasé solo después de la caída, rodeado de árboles y de animales salvajes, comprendí que debía salir de allí, ya que mis- por aquel entonces- jóvenes amigos no se atreverían a venir a ofrecerme ayuda.

Anduve durante horas buscando la salida del bosque, a duras penas, parecía no existir. Recuerdo que el sol se puso y comencé a sentir miedo. La luna me hacía compañía y los árboles para nada me resultaban amenazantes, !pero ya era tarde¡ necesitaba pararme a descansar un momento. Me apoyé sobre la rugosa corteza de un árbol cercano y me senté poco a poco, creí que lo mas sensato sería quedarme allí y no andar de noche por el bosque, ya que podía ser víctima de cualquier accidente.. !o peor aún¡ víctima del hambre de algún voraz animal.

Las horas pasaron y nada pasó a mi al rededor. Eso les diría si quisiese mentirles, pero la verdad es mucho mas horrorosa e inexplicable que todo eso. Pasados unos minutos, unos ruidos provenientes de un zarzal próximo me hicieron ponerme alerta; algo que caminaba entre los árboles y entre los arbustos me estaba observando e intentaba llamar mi atención. No les voy a intentar convencer de la veracidad de mi relato, hace muchos años que dejé tan inadmisibles discusiones, pero he de confesar que el recuerdo de lo que presencié en ese instante aún me causa verdaderos escalofríos. Me gustaría decirles que era un oso aquello que vi, pero para nada se trataba de un animal visto vez alguna por ojos humanos. Era una especie de gato enorme, del tamaño de un rinoceronte. El pelaje de tal bestia estaba adornado con los mas esotéricos símbolos y tintado de los mas vivos colores, alguno jamás visto por ningún mortal.

El animal desprendía un olor bastante fuerte, similar al de las hierbas exóticas que los hechiceros hacen hervir en enormes calderos metálicos en los que realizan sus rituales. Sinceramente, a pesar de su hermosura, el animal me hizo estremecer y sentir miedo como nunca antes lo había hecho. Pero no todo era terror, el olor y el hipnótico movimiento de su pelaje me provocaba tentaciones afrodisíacas de tocarlo, de intentar hablar con el.

Este ser, tras dedicarme una mirada, se dio media vuelta y se paró un segundo esperando que anduviese tras el. Y así fue, guiado por mi instinto me dejé llevar por su fuerte y agradable olor y comencé a seguirlo mientras caminábamos por el frondoso bosque.

Cuando me quise dar cuenta la escena había cambiado por completo; el cielo se había teñido de tonos púrpuras, los árboles eran mas altos de lo normal, !diría que casi gigantes¡ y además habían surgido de repente ante mis ojos unas enormes setas decoradas con puertas y ventanas a través de las cuales las miradas de otros gatos nos recibían con extrañeza.

No podía creer lo que estaba viendo, muchos mas animales como el que me había guiado hasta allí salían del interior de los enormes hongos para saludarme, hablaban entre ellos en algún extraño idioma y de alguna manera u otra me hacían sentir su contagioso júbilo.

Reconozco que nada de lo que vi pertenecía a este mundo, no se de donde venían aquellos seres, pero os puedo asegurar que no eran para nada malvados. Toda la noche estuve jugando con ellos y intercambiando anécdotas, jamás me había sentido tan bien como aquella noche. Pero todo llega a su fin. Una enorme campanada proveniente de algún lugar hizo estremecer y correr despavoridos hacia el interior de sus viviendas a todos y cada una de las formas de vida que junto a mi habían pasado las últimas horas. Sinceramente me contagiaron la sensación de terror, y guiado por el pánico corrí quien sabe hacia donde. Pasadas unas horas llegué sin quererlo a la población, nadie me creyó cuando les conté lo que acababa de presenciar, ni si quiera los mas viejos de la zona. Todos me echaron en cara que mil veces habían recorrido los bosques para cazar, y que jamás habían visto ni oído nada de gatos gigantes ni de enormes setas que les servían de vivienda.


A lo largo de mi vida he tenido la suerte de reencontrarme con esos seres en mas de una ocasión, siempre me sorprenden con algo nuevo. En una ocasión me hablaron de sus extraños y devastadores dueños, en otra me presentaron a una primitiva raza de pájaros de forma extraña que volaban de galaxia en galaxia a los cuales los humanos, desde la ignorancia, confundíamos con meteoritos. Mis viajes allí no eran para nada aburridos como habréis llegado a deducir. Podría pasarme horas hablando de lo que yo presencié en aquel extraño paraíso alejado del mundo, pero solamente quiero compartir mi ilusión por ser la única persona capaz de relacionarse con tales criaturas como son los ya descritos seres. Desde aquel día en ocasiones me siento confuso, pero las buenas vibraciones pesan por encima de las malas, a fin de cuentas me siento feliz desde el momento que puse los pies en aquel esotérico mundo, desde el instante que por vez primera probé el Ayahuasca.

Alejandro Revuelta- Delirios en Rojo. 

2 comentarios:

  1. Muy bueno alejandro pasate por el mio a ver que te parece. :) :D

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  2. Te he nominado al premio Dardos desde KAtSet Fotografia. Encontrarás tu nominación en este post:
    http://katset.wordpress.com/2014/10/16/premio-dardos-un-reconocimiento-a-los-bloggeras/

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